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BÁSICO - REPRODUCCIÓN

La Criando tortugas
La cría en cautividad es un asunto complejo, pero en ello radica el interés, así como el deseo de aumentar conocimientos. Aquí se ofrecen algunas pautas para principiantes que tienen animales en tamaño de procrear y todavía no han logrado que se reproduzcan con éxito.


A menudo encontramos a personas que piensan que obtener una cría de tortuga es un milagro. No lo es. Aunque si es motivo de alegría y asombro, ver anidar a una hembra o cuidar de una cría. Algunas Geochelone se reproducen fácilmente en cautividad, como Geochelone sulcata, Geochelone pardalis, Geochelone denticulata...


Si va a criar tortugas por primera vez, recuerde que la buena alimentación es crucial para tener éxito en la reproducción. Las hembras necesitan estar sanas, tomar una dieta rica en calcio (es necesario para la producción de huevos) y estar libres de tensiones innecesarias. La alimentación suministrada a muchas hembras de tortuga no proporciona los nutrientes suficientes para facilitar la actividad reproductora. Sin embargo, la mayoría mantiene la capacidad de criar y lo hará en el momento que su alimentación mejore.


El tamaño es más importante que la edad, aunque ésta también influye a la hora de determinar si una hembra está lista para criar. De todas las maneras, una tortuga grande y muy joven es posible que no críe, pues necesita madurar.


En general, un grupo de cría debe tener más hembras que machos. Por ejemplo, un macho y tres hembras o más. Esto varía según especies. Las hembras pueden producir huevos (infecundos) sin haber sido cubiertas por los machos.


Las hembras viejas o que llevan sin poner huevos durante muchos años no deben someterse a los riesgos de la cría intensiva, pues pueden tener retenciones de huevos y otros problemas obstétricos serios con más facilidad que los animales más jóvenes o aquellos que han puesto regularmente. Sin embargo, con cuidados adecuados, una hembra vieja puede incluso empezar naturalmente el ciclo reproductor y llegar a poner con resultados satisfactorios. Las tortugas, al contrario que los humanos, no pierden la capacidad de procrear, con la edad.


Los machos son muy insistentes a la hora de cubrir a las hembras y las persiguen implacablemente. Los nuevos propietarios pueden encontrarlo alarmante. No se asuste y no intente separar a sus tortugas. Este acoso es normal y es raro que se produzcan lesiones. Ocurre sobre todo cuando las hembras no están receptivas. Vigile y si ve que hay peleas serias, puede, como un último recurso, separarlos temporalmente. Algunos machos son muy buenos con las hembras mientras otros pueden ser violentos y no llegar a montar por esa razón.

La reproducción
En general la actividad reproductora en la naturaleza suele darse en primavera o principios de verano. En cautividad, sin embargo, los ciclos puede extenderse y la monta y anidamiento puede ocurrir a lo largo del verano y el otoño.


Asegúrese de saber el sexo de sus tortugas, eso no siempre es tan fácil como parece. Agresividad o montar por detrás, no es algo restringido a los machos, ni necesariamente el animal montado es una hembra. Los jóvenes, machos y hembras, pueden mostrar este comportamiento, tanto con los animales del mismo sexo como del opuesto, como una manera de dominancia. Hay, por supuesto, una manera segura de saberlo.


En la mayoría de las especies, el tamaño y forma de la cola es el mejor indicador del sexo, aunque el tamaño y la forma en que se desarrolla puede variar con especies y individuos.  Los machos normalmente llevan sus colas ladeadas, mientras que las hembras las mantienen centradas. Los machos de tortuga suelen tener también el plastrón cóncavo, pero esto no es un indicador infalible y no siempre es evidente.

 

Véase: Guía de dimorfismos sexuales de Testudinae.com



Anidando
Las tortugas hembras que están preparadas para anidar, muestran un cambio de comportamiento, están inquietas, tienen menos interés en la comida, recorren los perímetros del alojamiento, se muestran agresivas frente a otras hembras. Las hembras pueden ser muy especiales en cuanto a seleccionar un sitio para su nido perfecto, el que pueda dar la mayor posibilidad de éxito a los huevos. Pueden excavar nidos de prueba y luego abandonarlos.


Si no se le proporciona un lugar adecuado para el nido, la hembra puede no realizar la puesta. La retención de huevos por un periodo de unas semanas no es generalmente un problema, pero una retención larga es peligrosa y debe de acudirse al veterinario.


Para ayudar a que su tortuga anide con éxito, al aire libre o en interior considere lo siguiente: La mayoría de los animales prefiere una zona elevada e inclinada con tierra o substrato cálido y blando, pero no tan mullido y seco que se derrumbe al excavar. A las hembras les gusta normalmente que cuando ellas excavan, puedan equilibrar o apoyar sus patas delanteras en algo sólido, una piedra, una planta o incluso un borde de césped.


Los nidos son a menudo abandonados porque la tortuga encuentra tierra fría y dura debajo de la superficie blanda.


El tiempo dedicado a la puesta puede ser un proceso largo y laborioso, que incluso puede durar varias horas. Con respecto a la elección del sitio de nido, varia según los animales, ya que lo que una tortuga acepta, puede ser rechazado por otra y viceversa.



Diseñando un sitio para un nido interior
Incluso para las tortugas que están casi todo el año en el exterior, un área de anidamiento interior o caja para nido puede ser necesario, y es, evidentemente, esencial para las menos fuertes o las especies semitropicales que habitan en lugares muy fríos.


Haga montañitas amontonando, tierra, arena gruesa y mantillo. La composición exacta es menos importante que asegurarse que el material no es ni demasiado flojo para derrumbarse, ni demasiado duro o húmedo para detener la excavación. Si es necesario, puede ponerse sobre él una luz de reptil infrarroja, para mantener un calor moderado. Una luz normal también sirve, pero puede originar que el área del nido sea ocupada por tortugas que van alegremente a calentarse.

Incubación
Aunque las personas jurarán que han incubado huevos con éxito en un cajón con ventilación, o de maneras aun más sorprendentes, déjenme tener una pequeña duda. Si utiliza la incubadora adecuada, las oportunidades de eclosión serán mayores. Hay incubadoras comerciales disponibles para huevos de reptil, o puede construírsela. Salvo que tenga un control automático de humedad, por favor, no use aire forzado o el ventilador, que ayuda en la incubadora de huevos de aves, con huevos de la tortuga ya que se deshidratan más fácilmente que los de aves.


El factor más importante es mantener un rango estable de temperatura entre 27° C y 33° C. Por consiguiente, invierta en un buen termostato electrónico. Un termómetro exacto es esencial, mejor uno digital con máxima y mínima. Para las especies donde los niveles de humedad son importantes, son útiles los termómetros combinados con higrómetros. El otro requisito del equipo es una fuente de calor, puede ser una estera de calor fiable que encaja en el suelo de la incubadora. Éstos pueden taparse directamente en el termostato.
 

 

Esquema de una incubadora.

 


Usando este equipo, una incubadora simple pero muy eficaz puede construirse a un costo mínimo. Puede usarse corcho blanco, madera o cajas de embalar, con agujeros para entrada y salida de aire en los lados. El diagrama muestra la construcción básica.


Coloque la estera de calor en la base y una bandeja perforada que encajó sobre un soporte, dejando un hueco de aproximadamente 5 cm. entre la estera de calor y la bandeja.


Los huevos deben ponerse cuidadosamente de lado (no derechos) en cajitas de plástico (Ej. tarrinas de mantequilla, etc.) conteniendo una cama de vermiculita ligeramente húmeda. Las cajitas se colocan entonces en la bandeja de la incubadora. Para medir y controlar la temperatura, ponga la sonda del termómetro en la vermiculita con los huevos, y ponga la sonda del termostato en la pared interna de la incubadora para que controle la temperatura del aire. También puede apoyarlo sobre la vermiculita.


Los requisitos de humedad varían según las especies, pero una humedad media de aproximadamente 70% es, generalmente, deseable. Una esponja pequeña en una tina de plástico de agua caliente puesta en el lateral de la bandeja de la incubadora mantiene la humedad. Un ladrillo o un pedazo de pizarra, como apoyo de la bandeja, ayudan a estabilizar la temperatura dentro de la unidad. También pueden forrarse dos o más paredes con una lámina de aluminio. Cubra la incubadora con una tabla o haga una tapa de poliestireno. Finalmente, aunque su incubadora debe tener agujeros para la circulación del aire, quite la tapa durante un minuto al día para, sin perturbar la temperatura, ayudar a esa circulación de aire. No se asuste si la temperatura fluctúa dentro de un margen aceptable. Eso también pasa en la naturaleza.

Temperatura y determinación del sexo
El sexo de las crías de tortugas es determinado mediante la temperatura de la incubación, aunque la investigación no ha demostrado todavía en qué fase en desarrollo exactamente. Sin embargo, se conoce que el rango más bajo de temperaturas convenientes (27-29.5° C) produce machos, y el rango más alto (32,5-33ºC) produce hembras. Una temperatura intermedia suele producir, generalmente, una mezcla de machos y hembras. De todas las maneras, el método no es 100% infalible y a veces se produce algún macho en una incubación para hembras y viceversa.


Los huevos
Los huevos, deben colocarse en la incubadora, lo antes posible después de la puesta. Reposicionar los huevos dentro de un margen de dos días desde el momento de la puesta, no afectara al desarrollo embrionario, pero una vez colocados en la incubadora, déjelos tan tranquilos como sea posible. Es muy tentador examinarlos con el ovoscopio, intente evitarlo. No es necesario y hay siempre un riesgo de voltear los huevos accidentalmente y dañar las delicadas membranas interiores.


Uno de las preguntas mas comunes es "¿cómo puedo saber si un huevo es fértil?." No todos los huevos de una puesta tienen que estar necesariamente fecundados, y animales muy jóvenes o mayores pueden hacer una puesta en la que ninguno sea viable. De igual manera la hembra que deja los huevos sobre la tierra o en los rincones puede estar poniendo huevos fértiles. Una norma muy elemental, ponga siempre los huevos en la incubadora. Después de tres semanas aproximadamente, verifíquelos cuidadosamente.


Los indicadores claros de esterilidad son: 1. Que el huevo todavía esta rosado o translúcido (a las 3-4 semanas los huevos fecundados normalmente empezarán a ponerse opacos y blanquecinos), 2. Que el huevo sea muy transparente a la luz y se perciba sin sustancia. 3. Que el huevo no tenga peso.


¡De todas formas, deje los huevos solos y espere a ver que pasa!. Las tortugas son animales muy pacientes y sus dueños necesitan ser igualmente pacientes, aunque eso sea difícil.

Saliendo del cascarón
El tiempo de incubación varía mucho entre las especies. Las crías de Sulcata, incubadas a 32° C, pueden nacer en tan solo 83 días. Las G. Pardalis pueden tardar 130 días o más en nacer. En general, la temperatura mas baja, dentro del rango aceptable, alarga el periodo de la incubación. Sin embargo, dentro de una misma puesta el tiempo de salida del cascaron puede variar considerablemente. Por ejemplo, 8 días de diferencia entre el nacimiento de la primera tortuguita y de la última es normal en una puesta de Sulcatas. Con otras especies, el intervalo de tiempo puede ser aun mayor. Siempre hay que esperar.


Algunas crías de tortuga pueden nacer en pocas horas sin apenas aviso. Otras pueden necesitar varios días. La primera señal es el picoteo de un agujero diminuto que aparece en la cáscara, lo hace la cría, usando su diente de huevo (que después desaparece) en busca de una fuente de oxígeno adicional. Habiendo satisfecho esta necesidad la cría pueden permanecer en el huevo un día o dos y pueden continuar absorbiendo el resto de su bolsa de la yema, antes de empezar a romper el huevo usando sus patas delanteras y garras traseras. Si sale del cascaron en esta fase de desarrollo, normalmente no presenta ningún problema y los remanentes de yema serán absorbidos dentro de las siguientes 24 horas.


No se sienta tentado a ayudar a una cría a salir ya que eso puede producir un nacimiento prematuro, con una bolsa de yema grande, y la muerte con toda seguridad. Normalmente todas las crías de tortuga sanas y normales, pueden salir del cascarón por sus propios medios. Sólo en circunstancias muy excepcionales, cuando una cría ha estado esforzándose durante algún tiempo y es evidente que está lista para nacer, pero algo se lo impide, por ejemplo, una membrana especialmente dura que bloquea sus patas traseras, o trozos de cáscara que bloquean los ojos del bebé, puede considerarse prestar una ayuda. Los criadores inexpertos no deben intervenir, ya que las ayudas serán mas perjudiciales.

Las alegrías y temores de la incubación
Los bebes de tortuga, están con el plastrón doblado dentro del huevo y a menudo, al nacer, esta realmente arrugado. También puede haber una bolsa de yema colgando, pero suele ser pequeña, se absorbe en un par de días y la abertura umbilical se cerrara normalmente. Algunas crías nacen dejando una cáscara totalmente limpia. En otros casos, dejan una cantidad de pequeños restos, de membranas en la cáscara. Esto puede asustar a los nuevos criadores que pueden confundir la bolsa de yema con un colgajo. Pero, si el bebé está fuera, todo debe de estar bien.


Al salir del cascarón, la tortuga diminuta debe llevarse a una zona de cría dentro de un vivarium ya calentado. Previamente, dé al bebe un baño en agua caliente poco profunda, que le animara a beber y le ayudara a eliminar cualquier resto de vermiculita o cáscara que pueden tener pegada. Después, ponga al bebé en una zona pequeña dentro del vivarium. Eso puede ser algo tan sencillo, como un recipiente de comida de plástico o una bandeja de semillas pequeña, recubierta con papel de la cocina ligeramente humedecido con Betadine disuelto en agua.


Posteriormente, una vez absorbido el saco vitelino, la pasa al terrario. En el terrario habilite algunos escondites. Las tortugas muy jóvenes se esconden instintivamente de las rapaces. Por ello, asegúrese de hacer, bien con papel de cocina, bien con otro material, alguna cueva para que el bebé pueda resguardarse.


Controle que la cría sea normal y parezca sana, sobre todo los ojos, nariz y pico. Las anormalidades graves, como no tener ningún ojo, no son comunes, pero, desgraciadamente a veces se dan. Un tipo de escudo anormal, como tener unidas alguna placa dorsal o marginal, aunque excepcional, es relativamente común y no debe de preocupar.