VOLVER A

TESTUDINAE

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

ORIGEN DE LAS TORTUGAS

Las tortugas están clasificadas como reptiles (como las serpientes, los cocodrilos...).

 

De acuerdo con los registros fósiles, es difícil precisar el origen de las tortugas. En sedimentos del Triásico, aproximadamente hace 200 millones de años, aparecen y se diversifican las primeras tortugas. A finales del Jurásico y principios del Cretácico, se inicia una diversificación en las tortugas, en la que desarrollaron la mayoría de las características de las especies actuales, aparecen incluso algunos representantes de grandes dimensiones.

 

Precursores de las tortugas fueron: el Henodus chelyops, que era un reptil marino desprovisto de dientes, que poseía un caparazón como el de las tortugas. Medía un metro de longitud y se alimentaba de conchas. El Placochelys, que se parecía mucho a nuestras tortugas actuales. También marino, vivía en aguas profundas, se alimentaba de conchas y pequeños animales marinos. Sus largos miembros le servían de palas.

 

Las primeras tortugas, tal como se clasifican hoy, se originaron en el periodo Triásico de la Era Mesozoica, antes de que los grandes reptiles terrestres, acuáticos y voladores alcanzaran su máximo esplendor. Pero la mayoría de ellos se fueron extinguiendo entre el Cretácico, hace 130 millones de años y principios del Cenozoico, hace 65 millones de años, cuando el mundo empezó a ser dominado por los mamíferos y las aves, evolutivamente mejor adaptados.

 

La primera que se conoce es la llamada Proganochelys Quenstedi, tenía caparazón, esqueleto y pico, y conservaba algunas características primitivas, hoy desaparecidas: pequeños dientes en la boca, una clavícula y una oreja primitiva. Era también incapaz de recoger su cabeza o sus miembros en su caparazón.

 

La más antigua tortuga de mar conocida aparece en el Jurasico tardío hace 208-144 millones de años. Los científicos piensan que las actuales tortugas marinas proceden de antepasados que vivían en ciénagas.

 

En medio del Jurasico, las tortugas se dividieron en los dos grupos principales que aún existen hoy en día: el Pleurodires (aquéllas que doblan su cuello hacia un lado) y el Cryptodires (recogen su cabeza dentro de su caparazón hacia atrás doblando su cuello formando un arco). Las cryptodires son más recientes en la evolución que las pleurodires.

 

La mayor tortuga de todas las épocas fue Archelon, que vivió en los mares del Cretáceo hace más de 65 millones de años. Alcanzaba el tamaño de un elefante (unos 4 metros) según los fósiles descubiertos en el centro de Estados Unidos que era un mar en el Cretáceo. Debido a su caparazón fino Archelon podría ser un antepasado de la tortuga Laúd.

 

 

 

Desde sus orígenes, estos animales se han caracterizado por poseer una armadura peculiar que les ha permitido sortear a una buena parte de sus depredadores, con el simple hecho de encerrarse en ella. Esta armadura está formada dorsalmente por el caparazón y ventralmente por el plastrón, firmemente unidos uno al otro por medio de los puentes. La concha está constituida por placas óseas, en forma de mosaico, que por arriba forman una bóveda, generalmente cubierta por escudos córneos. Esta coraza tiene dos aberturas, una en la parte de delante, por donde salen la cabeza y los miembros anteriores, y otra atrás y hacia abajo, por donde salen la cola y los miembros posteriores.

 

Algunos dudan del valor evolutivo de la concha, ya que es una pesada armadura que resta velocidad a los movimientos del animal, disminuyendo sus aptitudes cuando, por ejemplo, persigue a sus presas o quiere huir rápidamente de algún peligro. Pero el hecho indiscutible es que, el poseer una protección de sus órganos vitales y al mismo tiempo tener que transportar un gran peso, ha conferido a las tortugas una actitud defensiva, no de ataque, que les ha proporcionado más ventajas que problemas. Ha sido un "pasaje seguro" a través de las eras geológicas, que les ha permitido sobrevivir sus compañeros en el tiempo y llegar a nuestros días en tal abundancia, que no hay duda de su éxito evolutivo.

 

En la actualidad existen alrededor de 75 géneros y 250 especies de tortugas, de las cuales ocho especies son marinas, 180 son de agua dulce y 62 de tierra, para un grupo de animales tan poco conocido podría parecer un número exagerado más de doscientas especies, sin embargo, esto es solamente un pálido reflejo de la gran variedad que existió en épocas pretéritas. Si embargo, paradojicamente, el hombre se está encargando de poner en desequilibrio en unas cuantas décadas esta lenta labor constructiva de la naturaleza, amenazando cada día con extinguir mayor número de especies. De acuerdo con las clasificaciones modernas, las actuales tortugas se agrupan en las siguientes familias:

 

 

TESTUDINES Cryptodira

 

TESTUDINIOIDEA

1) Chelydridae            -tortugas mordedoras, dulceacuícolas

2) Kinosternidae         -tortugas de caja, dulceacuícolas

3) Dermatemyidae    -tortugas blancas, dulceacuícolas

4) Emyididae              -terrapenes, tortugas dulceacuícolas

5) Testudiniidae          -tortugas terrestres

 

CHELONIOIDEA

6) Cheloniidae            -tortugas marinas, con escudos

7) Dermochelyidae     -tortugas marinas, sin escudos

 

TRIONYCHIOIDEA

8) Trionychidae          -tortugas de concha blanda, dulceacuícolas