verduras
LAS HORTALIZAS EN LA ALIMENTACIÓN DE LAS TORTUGAS TERRESTRES. LAS "VERDURAS DE SUPERMERCADO"
Aída Rodríguez, 2006
No cabe duda de que la mejor alimentación para las tortugas es aquella que tienen en libertad y que cuando las mantenemos en cautividad, debemos procurarles una dieta a base de plantas silvestres lo más semejante posible a la que habitualmente ingieren. Sin embargo, habrá ocasiones en que nos sea temporalmente imposible hacerlo, como en los meses de más calor o cuando tenemos que dejar a nuestras tortugas al cuidado de otra persona. En esos momentos podemos echar mano de las hortalizas que encontramos en cualquier mercado o tienda de autoservicio, que recientemente están siendo llamadas de manera coloquial “verduras de supermercado”. También podemos utilizarlas para agregar variedad a una dieta a base de plantas silvestres.
Para seleccionar las verduras que vamos a proporcionar, debemos tener en cuenta los requerimientos dietéticos generales de las tortugas que, de acuerdo a diversos autores, son:
-Alta en fibra
-Alta en Calcio (Ca)
-Baja en Fósforo (P)
-Relación Ca:P de 3-5:1
-Baja en proteínas
-Baja en elementos nocivos y antinutrientes (insecticidas, oxalatos, glucosinolatos, nitratos, etc)
-Baja en grasa
-Baja en almidones
Una tortuga disfruta de una hoja de endibia.
Además de cumplir estos requisitos, conviene proporcionar la mayor variedad posible para asegurar un aporte de vitaminas y otros minerales indispensables para lograr un buen desarrollo, y recordar siempre suplementar la dieta con carbonato o gluconato de calcio una o dos veces por semana y un multivitamínico de calidad para consumo humano una o dos veces por mes.
En general, las hortalizas contienen cantidades insuficientes de fibra dietética para llenar las necesidades de las tortugas terrestres, por lo que es recomendable espolvorear hierbas comestibles secas molidas sobre el alimento como césped, diente de león, flores de Hibiscus (obelisco o pacífico), nopal (palas de chumbera), etc., las cuales pueden conseguirse fácilmente en hierberías (herboristerías)
A continuación se describen brevemente las características y los valores nutricionales de algunos de los vegetales más comúnmente accesibles.
Todos los valores nutricionales mencionados son para 100 gramos del producto fresco y crudo. Cabe aclarar que los valores pueden variar ligeramente dependiendo de las condiciones del medio de cultivo, época del año, madurez de la planta, etc., pero en general mantienen proporciones similares a las señaladas.
Precaucion: Toda la información expresada en este trabajo es en relación a las partes habitualmente comestibles señaladas de las plantas mencionadas. Otras partes de la planta podrían no ser adecuadas para el consumo e incluso resultar tóxicas.
Los más adecuados
Una de las mejores verduras que podemos conseguir en el súper es la escarola (Cichorium endivia L.). Tiene una buena relación Ca:P de 1.8:1, suficiente fibra y pocas proteínas. Su alta proporción de líquidos la hacen muy favorable para los meses de calor.
Escarola
Escarola envasada (Foto: María José Navarro)
Los berros (Nasturtium officinale) son otra buena opción. Tienen una relación Ca:P de 2, adecuada cantidad de fibra y buena provisión de vitaminas y minerales. Al igual que con las demás verduras “de hoja”, es necesario lavarlos bien al chorro del agua.
Berros
En algunos mercados y supermercados pueden conseguirse las hojas del nabo (Brassica rapa L. var. rapa), que constituyen un alimento nutritivo. Resultan sobre todo una buena opción cuando se necesitan en cantidades elevadas para las tortugas voluminosas (adultos de sulcatas, pardalis, giganteas, etc) o grandes colecciones. Por ser una crucífera, contiene glucosinolatos (aunque en menor cantidad que otras plantas de la misma familia) que a la larga podrían alterar la función tiroidea, por lo que no deben consumirse a diario ni en grandes cantidades.
Hojas de Nabo.
Otra variedad de nabo (Foto: Alfredo Fillol)
Los no tan adecuados
Los habitantes del continente americano pueden encontrar fácilmente en mercados y tiendas de autoservicio los nopales tiernos (Opuntia ficus indica) es decir, las palas tiernas de chumbera que se consiguen de manera silvestre en algunos lugares de España. Éstos tienen una muy buena relación Ca:P de 10:1, suficiente fibra y escasas proteínas. Al igual que algunas otras suculentas su consumo en exceso puede favorecer la aparición de heces blandas debido probablemente a un alto contenido de ácido oxálico (Nefzaoui y Ben Salem 2001). Estudios recientes revelan que el calcio contenido en los nopales o palas se encuentra principalmente en forma de oxalato de calcio, lo que reduciría notablemente su biodisponibilidad y absorción (Mcconn y Nakata, 2004). Siempre deben utilizarse palas tiernas ya que su contenido de ácido oxálico aumenta con la madurez.
Nopales o Palas de Chumbera tiernas.
La endibia (Cichorium intybus L.) y el radicchio o achicoria roja (C. intybus var. Foliosum), pertenecientes a la familia de la achicoria, tienen una relación de nutrientes menos adecuada que la escarola. Su contenido de vitaminas es escaso en general, y tienen una relación Ca:P negativa. Sin embargo, el radicchio es una de las mejores fuentes de vitamina E, junto con las hojas de nabo.
Endibias.
Col Lombarda (izquierda) y Radicchio (derecha).
La lechuga (Lactuca sativa) ha recibido muy mala publicidad como alimento para tortugas. Sin embargo sí puede ser utilizada en cantidades moderadas, sobre todo cuando se trata de aumentar la hidratación o inducir a comer a una tortuga inapetente, ya que suele gustarles mucho. Es mejor usar las hojas externas, más verdes y fibrosas. Hay que escoger siempre las variedades de hojas oscuras, como la romana (conocida en México como “orejona”) y roble o italiana, que tienen una relación Ca:P de 1.1:1 y un mejor valor nutricional general que las variedades de hojas pálidas como la iceberg (romanita), con una relación Ca:P negativa. Recordar suplementarla siempre con calcio.
Lechuga Romana, conocida también como "Orejona" o "Cos".
Lechuga Iceberg. Contiene muy pocos nutrientes.
Lechugas Romana (izquierda) e Iceberg (derecha).
Lechugas Italiana y Sangría o "Lollo" verde y rosso. Su contenido nutricional es semejante al de la lechuga romana.
Los vegetales de la familia de las crucíferas, como la col blanca y morada o lombarda (Brassica oleracea L. var. Capitata y subvar. Rubra) colecitas de Bruselas (Brassica oleracea var. gemmifera)), el brócoli(Brassica oleracea L. var. Italica), la coliflor (Brassica oleracea L. var. botrytis), bock choy, etc., a pesar de tener algunos una relación Ca:P buena y buen valor nutricional en cuanto a vitaminas y minerales, tienen la desventaja de contener sustancias que producen grandes cantidades de gases intestinales pero, sobre todo, contienen glucosinolatos y aminoácidos tóxicos que podrían afectar la salud de las tortugas. Una cantidad pequeña de vez en cuando, sin embargo, ayuda a mantener la variedad en la dieta y las tortugas disfrutan de una golosina.
Los glucosinolatos o tioglucósidos son un grupo de compuestos nitrogenados cuyos productos de degradación son potencialmente tóxicos. En el ganado producen gastroenteritis aguda, salivación y disminuyen los niveles de glutatión (un protector celular antioxidante) (Ramos et all. 1998). En humanos podrían favorecer la aparición de neuropatías (Hernandez. 1995) y son conocidos por su capacidad de alterar la función tiroidea pudiendo ocasionar bocio. Sin embargo, también se les han encontrado algunas propiedades anticancerígenas, en especial en la prevención del cáncer de mama, colon y pulmón. (Keck and Finley, 2004).
Col Lombarda o morada.
Coliflor (arriba) y Brócoli (abajo)
Los prescindibles
Son vegetales que si bien no son tóxicos, no llenan los requisitos para constituir una buena dieta para las tortugas. Pueden usarse una o dos veces por mes, en pequeñas cantidades sólo como complemento de la dieta o en lugar de golosinas aún menos adecuadas. Todos tienen una relación Ca:P negativa, por lo que deben adicionarse con calcio, además de contener algunos gran cantidad de almidón (zanahoria -Daucus carota-), azúcares (tomate o jitomate -Lycopersicon esculentum-), ácido fítico que impide la correcta asimilación del calcio, hierro y otros minerales (judías verdes o ejotes -Phaseolus vulgaris-) o ácido oxálico (calabacitas, calabaza –Cucurbita pepo-), etc. Otros como el pepino ( Cucumis sativus) contienen tan pocos nutrientes en general que sólo ocupan espacio en el estómago causando sensación de plenitud y evitando que se ingieran alimentos más nutritivos.
Ejotes o judías verdes. Contienen antinutrientes.
Tomate rojo o jitomate.
Canónigos (foto María José Navarro).
Pimiento morrón. Todos los colores tienen un valor nutricional similar.
Calabacitas o calabacines
Calabaza
Zanahorias
En la familia de las crucíferas contamos además con la arúgula, rúcula o la conocida también como una de las especies llamadas "Jaramago" (Eruca sativa). Es una hierba que se encuentra disponible en muchos supermercados sóla o en mezclas para ensaladas. Es muy semejante en su composición a algunas plantas silvestres muy apreciadas y saludables para las tortugas como el diente de león y la cerraja (Sonchus sp). Sin embargo, su característico sabor picante hace que no todas las tortugas la acepten, además de contener glucosinolatos que en cantidades grandes podrían causar alteraciones de la glándula tiroides. Contiene también oxalatos y gran cantidad de nitratos, lo que la hace poco recomendable.
Rúcula o Arúgula (foto María José Navarro).
Rúcula o Arúgula envasada (Foto María José Navarro)
Todos los germinados contienen grasas en abundancia, una relación Ca:P muy negativa, escasa cantidad de vitaminas y minerales, y algunos grandes cantidades de proteínas, por lo que no son recomendables. Sin embargo, los germinados de rábano y de soja o soya contienen unas de las más altas cantidades de Vitamina B3 (Niacina) en el reino vegetal, por lo que su consumo ocasional ayuda a evitar la Pelagra (enfermedad carencial de piel y tejido nervioso).
Germinado de Alfalfa y Brócoli.
Germinado de soja o soya.
Alimentos que se deben evitar:
Las espinacas (Spinacia oleracea L.), las acelgas (Beta vulgaris var. cicla) y las verdolagas (Portulaca oleracea L) contienen grandes cantidades de ácido oxálico, un antinutriente que evita la utilización del calcio contenido en el alimento, además de depositarse en las arterias y en los capilares renales, y favorecer la formación de cálculos en las vías urinarias. El ruibarbo tiene cantidades tan altas que puede causar una intoxicación fatal.
Aún cuando algunos autores mencionan que varias especies de tortugas como Geochelone pardalis o Testudo graeca consumen alimentos con gran contenido de ácido oxálico en su medio natural sin mostrar al parecer un efecto tóxico, las cantidades ingeridas son escasas o no se mencionan. Otros autores han sugerido que la muerte temprana por descalcificación encontrada en las hembras en libertad de Gopherus berlandieri podría deberse un exceso en el consumo de este antinutriente en las tunas o higos chumbos y en los nopales o palas de chumbera tan consumidos por esta especie (Hellegreen et all. 2000). Existe al menos un caso documentado de muerte por fallo renal debido a oxalosis en un macho adulto silvestre de Gopherus agassizii (Jacobson, 2005). También es conocido el efecto tóxico del alto consumo de oxalatos en rumiantes que poseen un proceso digestivo a base de fermentación bacteriana similar al de las tortugas. En tanto no se tenga conocimiento de la cantidad de oxalatos que deja de ser segura y pasa a ser tóxica, sería conveniente proporcionar dietas con bajo contenido de oxalatos. Es casi imposible proporcionar una dieta libre de oxalatos pues se encuentran prácticamente en todas las plantas, pero hay que estar atentos a la cantidad que cada especie vegetal contiene.
Espinacas (izquierda) y Acelgas (derecha). Para distinguirlas, además de ver el tamaño y forma de la hoja, las Espinacas suelen venderse con el inicio de la raíz. Las acelgas no, ya que su raíz es una de las variedades de betabel o remolacha.
Verdolagas, un alimento poco adecuado.
Consideraciones finales:
No existe por el momento un alimento único natural o procesado que pos sí mismo cumpla todos los requerimientos nutricionales conocidos de las tortugas terrestres. Por lo tanto es indispensable que les proporcionemos la variedad más amplia posible de alimentos, con el objeto de evitar enfermedades tanto carenciales como por acumulación.
El conocimiento de las necesidades nutricionales de las tortugas no es un tema cerrado, sino que surgen nuevos descubrimientos día a día, por lo que es indispensable mantener actualizados nuestros conocimientos de la biología y los requerimientos de estos magníficos animales con el fin de proporcionarles los mejores cuidados posibles.
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