UTILIZACIÓN DE CAJONES
PARA PUESTAS DE INTERIOR. UNA EXPERIENCIA PERSONAL
Fernando Pérez, 2006
La
mayoría de las tortugas mediterráneas realizan las puestas en exterior
en lugares soleados y sabiamente elegidos por las hembras para llevar
a cabo esta labor. No obstante, el que intenta
reproducir tortugas de climas tropicales o
áridos no puede dejar a sus animales expuestos a las inclemencias
meteorológicas, ya que las fechas en las que este tipo de tortugas
realizan las puestas no son las más apropiadas para realizarlas a la
intemperie.
La tortuga estrellada de
la India (Geochelone elegans) inicia sus ciclos de desove a
finales de septiembre, llegando a realizar puestas hasta mediados de
enero. Testudo kleinmanni
a partir de diciembre.
Geochelone
radiata
tiene el 90% de sus puestas desde septiembre hasta abril. Kinixys
belliana
nogueyi pone
la mayoría de huevos desde noviembre a febrero. Kinixys homeana
de noviembre a enero. De Chersina angulata
pueden encontrarse puestas desde noviembre hasta marzo. Estos son algunos
ejemplos de especies que pueden necesitar alojamientos
en interiores, ya que en España
a partir de octubre es difícil conseguir buenas condiciones
meteorológicas para que los animales realicen sus puestas en exterior.
En el sur de la península, donde las temperaturas en invierno son más
benignas, a veces se puede aprovechar durante más tiempo el exterior.
Luis Checa utilizaba lámparas de infrarrojos de gran potencia para que
sus sulcatas acabasen sus puestas en exterior bien entrada la noche en
el invierno. En casa hemos tenido puestas de Geochelone elegans
en exterior a mediados de noviembre en una jardinera muy soleada.
Contar en nuestras
instalaciones con un cajón de puestas nos ayudará a conseguir que
esas especies realicen esta labor en un medio seguro, totalmente controlado y con unas condiciones climáticas
óptimas.
Muchos aficionados
utilizan los mismos alojamientos donde mantienen a sus animales para
que las hembras hagan las puestas, con el inconveniente de encontrarse más
ejemplares molestando a las hembras grávidas, menos capacidad para dotar al substrato de las condiciones idóneas para realizar esta
operación y un control menos eficaz a la hora de encontrar los huevos
en buenas condiciones. Utilizar bandejas o
recipientes con tierra dentro del recinto habitual de los animales,
iluminadas con una lámpara que caliente el substrato, puede ocasionar
que las hembras no utilicen ese medio y que los huevos sean puestos en
otro sitio, fuera de los lugares deseados e inclusive rotos por el
resto de animales que existe en el recinto.
Desde que mis tortugas
han tenido descendencia en meses fríos, he procurado cajones de puesta
para que las hembras individualmente los utilicen idividualmente. En
cuanto he notado que cualquier hembra grávida me ha dado muestras de
la inminente puesta, la he
trasladado de su alojamiento normal al cajón.

Vista superior del
cajón, se observa pantallas iluminación
UVA/UVB
e infrarrojos.
El cajón de puestas,
dependiendo de la especie, está dotado con una profundidad de
substrato suficiente para que la tortuga que lo utilice no tenga
ningún tipo de problema. Cuenta con iluminación
UVA/UVB
proyectada con una lámpara PowerSun®
además de un foco de
infrarrojos que
eleva la temperatura en una parte del recinto y que suele ser
utilizada por la hembra para realizar el agujero de la puesta. También
se puede dotar al cajón de vegetación seca, ramas, piedras y
cualquier elemento que pueda ayudar a que el animal encuentre un lugar
seguro donde realizar las puestas.


Hembras
inspeccionando y oliendo
el terreno para captar el gradiente de temperatura de las lámparas.
El cajón destinado para
las puestas de Geochelone elegans mantenía una profundidad de unos 25
cm, con turba/arena/tierra, vegetación seca en la superficie y un
substrato compacto y algo húmedo. En las tres puestas realizadas en
este medio la hembra durante la primera hora deambula por toda su
superficie, olfateando el substrato y comprobando el gradiente de
temperatura que conforma la iluminación. Tras largo rato decide el
lugar donde realizar la cámara para el desove y se pone a la tarea, es
un gran agujero y el trabajo laborioso, acabando con la puesta de los
huevos y el posterior rellenado con la tierra extraída.


El nido siempre se
realiza cercano al área calentada por el foco de
infrarrojos.

Hembra tapando la
cámara con los huevos.
El cajón destinado para
Testudo
kleinmanni contenía un substrato más arenoso y con menos
humedad que el de Geochelone elegans,
con una profundidad menor y dotado con ramas secas, a modo de matorrales, que ayudan a que esta
especie realice las puestas con mayor comodidad. La hembras de
T.kleinmanni también examinan durante largo rato el substrato hasta elegir la zona
ideal, preferentemente bajo algún arbusto, tronco o similar, que
resguarda la zona de puesta.
Testudo kleinmanni es más delicada a la hora de
elaborar la cámara de desove y puede retirarse del agujero por no
sentirse cómoda a la hora de la puesta. He comprobado que el substrato
arenoso o una capa de tierra seca suelta en la superficie del
substrato favorecen que esta especie realice las puestas.

La colocación de
ramas y arbustos para que el animal se sienta resguardado es una buena
opción.


Testudo
kleinmanni prefiere una capa arenosa o de tierra y piedras de
pequeño tamaño muy
sueltas en la superficie del substrato.
Instantes antes a la
puesta y con el agujero prácticamente terminado.
Cualquier especie de pequeña o media
talla puede utilizar cómodamente este tipo de instalaciones para
realizar sus puestas anuales, permitiéndonos una mejor vigilancia y
control a la hora de que nuestras hembras desoven. Siempre comprobando
los parámetros idóneos para cada especie en cuestión: tamaño del
cajón, tipo de substrato, vegetación o ramas, humedad etc.
El cajón puede tener las dimensiones que
creamos oportunas. No necesariamente tiene que
ser un alojamiento excesivamente amplio, ya que la hembra lo que busca
con afán es un substrato idóneo para realizar la puesta y algún
elemento decorativo (arbusto o ramajes) que le dé seguridad. Si la hembra tiene
15cm de talla un substrato
con unos 25cm de profundidad será ideal. Algo más de un metro
de largo
por medio de ancho será más que suficiente. Unos 10cm
más de profundidad de substrato que la talla total de la hembra es, sin duda, un buen parámetro a tener en cuenta.
La colocación de lámparas
se realiza con soportes y pantallas que iluminen el cajón a la
distancia necesaria para lograr el gradiente de temperatura idóneo. La
lámpara PowerSun® dotará al recinto de iluminación rica en
UVA/UVB
para que los animales visualicen el entorno perfectamente y se sientan
estimulados. El uso conjunto de una lámpara de infrarrojos incrementará la
sensación calorífica en una zona del recinto causando más
acentuadamente el efecto solar que pretendemos imitar.
En mi experiencia, la crianza en alojamientos artificiales
dotados de profundidad de substrato suficiente y condiciones similares
al hábitat natural, garantizan que el mantenimiento y cría de tortugas
terrestres se puede llevar a cabo sin ningún problema. Mis
alojamientos de exterior son jardineras en las que mantengo todo el
año Testudo hermanni
hermanni.
En ellas han realizado puestas con total
éxito de nacimientos, tanto incubados artificialmente como en el mismo
substrato del recinto. También se han realizado puestas de Geochelone
elegans en exterior, que han sido incubadas artificialmente. En los
cajones de interior hemos conseguido puestas de Geochelone
elegans y
de Testudo kleinmanni sin ningún tipo de problemas.
He
querido compartir esta forma de crianza que realizo en mis
instalaciones, porque creo que es una buena opción para la cría de
especies que realizan sus puestas en temporadas distintas a las
estivales en nuestra península y que no sean ejemplares de gran
tamaño. No hay duda que en su hábitat natural las condiciones para que
los animales realicen estas tareas son las más idóneas y, a veces
inimitables, pero el criador en cautividad debe intentar conseguir
parámetros similares a los del hábitat natural, para que sus
ejemplares encuentren las condiciones ideales aún siendo artificiales.
No hay que olvidar que nosotros somos la naturaleza para los animales
que mantenemos.
|